Hizo de su afición un negocio al quedarse sin trabajo.
Y es que emprender en un pueblo, en muchas ocasiones, es la única opción de seguir viviendo en el lugar en el que quieres vivir. Begoña, al quedarse sin trabajo, se dio cuenta de que había llegado el momento de dar el paso. Pero, ¿en qué podía emprender? Se le iluminó enseguida el cerebro: haría de su afición por la huerta un negocio. Y así nació HortAlbar.